martes, 13 de agosto de 2013

Alex Guedes - Mambalanço Crônicas Latinas (2010)


Muito interessante trabalho o deste cantor que, de alguma forma, podemos já conhecer há algum tempo mas, de repente, não nos damos conta.

Fez parte de diversos back vocals para outros diversos artistas já conhecidos e consagrados. E como bem disse em seu release, carregou o status de artista contratado por companhias de grande porte durante algum tempo.
Integrou outras várias produções para aberturas de telenovelas globais após ter sido descoberto por Michael Sullivan.
Ganhou produção de outras nomes como além de Sullivan, Miguel Plopschi e até mesmo arranjos feitos por Lincoln Olivetti.

É ouvintes, o carioca Alex Guedes tem a música como essência da sua vida porque, segundo ele, foi ela mesmo, a música que lhe despertou, lhe mostrou o amor. Hoje em dia, compartilha esse sentimento com o mundo através da música que faz para tudo e para todos.
Lá no início, ainda criança e assim como outros artistas, começou a cantar nos corais das igrejas que sua mãe freqüentava. Atualmente, após vinte anos de horas de vôo, usufrui da Revolução Digital para formar sua independência musical. E mais uma vez, voltando ao release, sua estratégia foi óbvia, mas não fácil. Alex fez de sua estrada uma "Escola". Acumulou informações imprescindíveis no convívio com produtores, engenheiros, técnicos, outros músicos e além é claro de alguns cursos de especialização. Converteu-se em produtor musical e arranjador. Executa seus próprios trabalhos com alguns convidados especiais e os distribui por conta própria na internet.

E neste segundo disco, o "Mambalanço Crônicas Latinas" como denominou, o grande músico, intérprete que possui gigante extensão vocal, muito se disse inspirado no clássico "Cuban Soul", do maior Mestre dos Magos de todos, o incrível Cassiano.
Alex passeia pela MPB com um forte clima dos ares de Cuba além de suas fortes influências de música negra.

Enfim senhores, o primeiro disco de Alex, o "De corpo alma e cora",

lunes, 12 de agosto de 2013

Visita a Ikea

El jueves 11 de noviembre, como ya sabéis, fui de compras a Ikea, anteriormente había estado en una tienda Ikea en una única ocasión, en un viaje a Francia. Cuando llegué apenas había gente y empecé a recorrer la exposición de muebles siguiendo el sentido de las flechas, al poco tiempo la tienda se fue llenando de gente, aunque no en exceso, pero empecé a tener problemas para seguir el recorrido pues parece ser que los españoles no sabemos seguir el sentido que marcan las flechas y la gente circulaba en todos los sentidos, en el sentido contrario de las flechas, atravesando la tienda en diagonal y los menos, en el sentido de las flechas. Cuando fuimos mi hermana y yo a Ikea en Francia todo el mundo hacía el recorrido marcado, salvo una excepción, nosotras, que como teníamos mucha prisa y no queríamos mirar muebles, sólo íbamos a comprar un nórdico, hicimos el recorrido casi corriendo y cuando nos dimos cuenta habíamos llegado al final y nos habíamos saltado la sección que buscábamos, así que decidimos hacer el recorrido al revés en busca de nuestra presa, pero con miedo a que alguno de los empleados de camiseta amarilla nos llamase la atención.


La exposición de muebles me encantó, a mí me encanta ver casas distintas a la mía, me gusta observarlas y coger nuevas ideas para mi futura nueva casa que en breve comenzaré a buscar, aunque no espero encontrarla ya, sino que me marco un horizonte de dos o tres años.
Después de hacer el recorrido y de coger algunos artículos que fui encontrando y que formaban parte de mi lista bajé a la zona de autoservicio y allí seguí llenando mi carro. No compré demasiadas cosas, no pude pararme mucho pues había quedado con mi amiga M. a las dos en la cafetería y quería terminar mis compras antes de esa hora, así que me quedé con ganas de mirar con calma la sección "orden en casa", las láminas, los marcos y los espejos, una escusa perfecta para volver otro día.
A las dos en punto bajé a dejar mi compra en el coche y al subir me encontré en la puerta a mi amiga que acababa de llegar, entramos en la cafetería que ya estaba llena de gente, nos costó encontrar una mesa pero finalmente pudimos comer sentadas. La comida aceptable, yo no disfruto comiendo así que para mí gastar mucho dinero en un restaurante de lujo me parece una barbaridad y aunque me gusta cuidar mi alimentación comer un día en Ikea sé que no me va a matar. Además qué queréis que os diga, después de leer algo más de la mitad de la novela Mantis, si ya antes no era amiga de esos restaurantes y de probar platos con un nombre extravagante sin saber cuáles eran sus ingredientes, ahora mucho menos. Espero que la novela sea ficción pero por si acaso no volveré a comer carne en un restaurante.
Sobre las tres y media despedí a mi amiga que tenía que volver a trabajar y fui a la tienda de alimentación y compré té orgánico, café orgánico y mermeladas orgánicas; estos artículos me los había recomendado mi amiga N., la ya cuarentañera; al salir de la tienda emprendí el camino de regreso, el  cielo estaba muy cubierto, había bastante niebla y días así hay muy poca visibilidad por la autopista y no quería que se hiciese de noche por el camino. En lugar de ir a mi casa a dejar mis compras fui directamente a buscar a Florita, que estaba con mi madre y de paso le dejé algunas cosillas que compré para ella. A Florita también le traje un regalito, un renito naranja de peluche que le encantó que está en la segunda imagen.
Una visita agradable que sin duda repetiré.