La máquina está realizada con material reciclado: un cubo de pintura metálico, unos tubitos de PVC y un ventilador cualquiera. En el interior se coloca una simple botella de agua congelada, cubitos, o cualquier tipo de hielo que podamos sacar. El ventilador mueve todo el hielo y cuando se derrite el cubo se vacía y se vuelve a introducir otra botella congelada. El mantenimiento es mínimo y el resultado según comenta el esquizofrénico es bastante bueno.
Sin lugar a dudas, este verano tengo que probarlo.
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